Apegos: Anclas que limitan tu crecimiento.
Apegos: Anclas que limitan tu crecimiento.
¿Alguna vez te has sentido
estancado en tu trabajo, relación amorosa, círculo social, grupo de amistades o
en algún otro lugar?
No es casualidad que te sientas
de esa forma. Muchas veces nos aferramos a mantenernos en situaciones, lugares
de trabajo o en relaciones que ya dieron todo lo que podían ofrecernos para
nuestro aprendizaje y crecimiento. Debemos entender que cada experiencia sucede
por una razón (llámale Destino, Dios, Universo o como prefieras) y una vez que
esa experiencia nos aportó todo el aprendizaje necesario para nuestro
crecimiento personal, queda obsoleta.
Un sano funcionamiento se da
cuando logramos entender qué podemos aprender de cada situación, de cada
persona que se cruza en nuestro camino, de cada enfermedad, de cada oportunidad
laboral; y cuando ya hemos comprendido su razón de ser para nuestro crecimiento
y absorbido todo su aprendizaje, es necesario agradecerle respetuosamente y desprenderse
sanamente.
El principal problema del
estancamiento radica en no saber identificar el momento que la experiencia ya
nos ofreció todo lo que podía para pasar a la siguiente etapa de nuestro
crecimiento y creamos cierto apego hacia ella.
Un apego se forma cuando el
vínculo creado con un objeto pasa a ser disfuncional y se convierte en
dependencia. En otras palabras, es una resistencia física y emocional a
desprenderse del objeto, pues creemos inconscientemente que necesitamos dicho
objeto para poder sobrevivir.
Los apegos suelen ser creados por
varios factores: baja autoestima, miedo al cambio, conformismo inconsciente, creencias
irracionales y/o experiencias negativas pasadas que han dejado huella en nuestro
inconsciente. Muchos psicoterapeutas concuerdan que se es más propenso a crear
apegos dependientes cuando se sufrieron separaciones o desprendimientos de
personas importantes en la infancia.
Podemos ver las consecuencias de
crear apegos disfuncionales en el día a día. Nos volvemos totalmente
dependientes a ese trabajo mal pagado, a esa relación tóxica, a esos supuestos
“amigos”, a todas las situaciones que impiden tu crecimiento personal, lo que
resulta en enfermedades físicas emocionales cada vez más intensas: sensaciones
de displacer, estrés, ansiedad, malestares físicos como enfermedades, dolores
de cabeza, estómago o musculares, vacío existencial o bien la pérdida de
sentido hacia la vida, enojos injustificados, fatiga, entre otros síntomas.
Para entender un poco más sobre
los apegos y el estancamiento te comparto este siguiente cuento:
<< Un grupo de pájaros vivía en una jaula. Desde que nacieron han
vivido encerrados y no han hecho otra cosa en su vida más que volar por la
jaula sin saber qué hay allá afuera. Ellos creen que esa jaula es el mundo
entero y que su propósito principal es repetir lo mismo que hacen los demás:
Despertar, comer, volar alrededor de la jaula y dormir. Todos los días. Muchas
veces carecían de agua, de comida y de espacio, por lo que se quejaban con
frases como “Antes estábamos mejor”, o “Me encantaría poder volar allá afuera y
conocer el mundo”.
Un día, al dueño se le olvidó cerrar la puerta de la jaula y los
pájaros tuvieron por fin la posibilidad de volar libremente al exterior y
conocer el mundo, nuevas experiencias y nuevos alcances. Sin embargo, como toda
su vida solamente habían conocido ese pequeño mundo y estaban tan acostumbrados
y conformes con esa pequeña realidad, que les daba miedo salir a volar. ¿Por
qué sentían tanto miedo? Si todos tenían alas que podían llevarlos a cualquier
parte, todos tenían las mismas posibilidades de encontrar nuevos y amplios
hogares. Sin embargo, la duda pesaba más: Tal vez sus alas no eran lo
suficientemente fuertes para volar lejos, tal vez no encontrarían el camino de
regreso, o tal vez no encontrarían que comer y pasarían hambre, quizá serían
catalogados como los “raros” por querer irse de la jaula. Estarían sacrificando
su placer cotidiano por algo totalmente desconocido.
En fin, los pájaros se acercaron al borde de la jaula, con la puerta
abierta, observaron hacia afuera y… >>
¿Tú que crees? ¿Lograron volar
fuera de la jaula, o se quedaron dentro?
Esa jaula representa tus apegos,
dependencias, limitantes mentales, miedos, tu conformismo y tu realidad actual;
lo que estás acostumbrado a sentir y hacer, lo que crees que solamente existe
para ti, por más tóxico y dañino que resulte.
Mientras los pájaros del cuento
no se liberen de la jaula, no conocerán otra cosa más que lo mismo de siempre y
se repetirán a sí mismos que no hay nada mejor que vivir allí, comer y volar
alrededor día tras día, sin conocer algo más, algo mejor. Vivirán, crecerán y
morirán donde mismo, sin conocer nuevas experiencias, aprendizajes y lo más importante:
su Propósito de Vida, la razón por la cual han nacido.
Así tú, mientras sigas enjaulado
por los apegos a las experiencias obsoletas, relaciones dañinas, creencias irracionales, tus miedos, tu zona de
confort, seguirás creyendo que no existe otra cosa mejor para ti que lo que
estás acostumbrado a vivir, lo que vives día a día, por más dañino que te pueda
resultar; seguirás anclado a tu pasado, sin vivir plenamente el presente y sin
dirección hacia un futuro mejor.
De ser así no descubrirás tu Propósito,
tu misión de vida, el Por Qué y Para Qué viniste a éste mundo; Y créeme cuando
te digo que estoy segur
Puedes justificarte de mil
formas: “No tengo recursos”, “Está muy
difícil”, “El gobierno no nos deja progresar”, “Así soy yo y así quiéranme”.
Hay muchas justificaciones. Está en ti seguir utilizándolas como medio de
evadir la realidad, por miedo a enfrentarte a ti mismo. Elegir y decidir por ti
mismo convertirte en una mejor persona, seguir aprendiendo nuevas cosas,
prepararte física y emocionalmente para salir allá afuera, encarar esas
oportunidades y tomarlas una por una, paso a paso y explotar todo ese potencial
que, en éste momento, ya posees.
Gamaliel Torrecillas Valenzuela
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